Construyendo una nueva realidad virtual

Por Raúl Boldú, Manager de Tecnologías Inmersivas en Acciona y Máster Universitario en ‘Computación Gráfica, Realidad Virtual y Simulación’ por U-tad.

Publicado el 10 Ene 2023

Construyendo una nueva realidad virtual.

A medida que avanzan las tecnologías inmersivas, la fusión entre el mundo físico y el virtual cada vez está más cerca. Ya es posible combinar experiencias de realidad virtual (VR), aumentada (AR) o mixta (MR) en un mismo dispositivo, y no siempre queda claro dónde termina una tecnología y empieza la otra. De hecho, y cada vez más, se está popularizando el uso del término realidad extendida (XR), que engloba a las tres. Lo que está claro es que estas tecnologías son la puerta de acceso hacia ese universo digital llamado metaverso del que tanto se habla actualmente y que está abocado a convertirse en el nuevo paradigma de las relaciones sociales y económicas.

El metaverso: orígenes, presente y futuro

Antes de octubre de 2021 nadie hablaba del metaverso. Mark Zuckerberg lo popularizó cuando anunció que toda la estrategia empresarial de su famosa red social se basaría en él, cambiando incluso su naming para pasar a llamarse ‘Meta’. Empresas como Microsoft, Google, Nvidia, Epic Games, Sony o Disney se unieron al reto y realizaron inversiones multimillonarias.

El metaverso es como Internet, pero en tres dimensiones, un universo paralelo formado por múltiples mundos virtuales conectados entre sí. Por tanto, al igual que utilizamos ordenadores o teléfonos móviles para acceder a Internet, para adentrarnos en el metaverso necesitaremos las tecnologías de la realidad extendida. Se podría acceder también desde un ordenador convencional, pero en este caso estaríamos renunciando a la sensación de presencia y de inmersión. Lo más apropiado, entonces, serían las gafas de realidad virtual que, mediante un avatar personalizado, permiten interactuar con el entorno, hablar con otras personas o viajar a otros submundos virtuales. En el metaverso se podrá simular cualquier situación del mundo real o crear mundos imaginarios donde vivir experiencias únicas.

Paralelamente a los entornos inmersivos han surgido plataformas de compraventa de criptomonedas y de NFT (Non Fungible Tokens), que son archivos digitales como fotos, vídeos o modelos 3D y tienen la característica de ser únicos. Multitud de artistas y creadores están empezando a comercializar sus obras generando un importante mercado de compraventa de activos digitales que mueve miles de millones de euros.

Hemos empezado, así, a vislumbrar un metaverso que combina el potencial de las realidades extendidas con ese mercado de activos digitales que tanto atrae a la gente. La idea de un Internet inmersivo con millones de usuarios que pueden convivir y compartir experiencias únicas y comercializar con activos digitales es muy atractivo, prueba de ello es que empresas como Facebook (ahora Meta), están apostando fuertemente por este nuevo universo virtual.

En España también hay un alto interés por estas tecnologías y es difícil encontrar una empresa del Ibex 35 que no esté ya probando y/o desarrollando alguna iniciativa con ellas. Por ejemplo, ya se están utilizando las tecnologías inmersivas para reuniones virtuales, mantenimiento asistido, entrenamiento de empleados o gemelos digitales.

En la actualidad existen multitud de mundos virtuales aislados porque cada uno ha sido diseñado según las preferencias de sus creadores, pero sin seguir ningún estándar ni patrón en cuanto a apariencia, tecnología o contenidos. Cada uno tiene su propia estructura de submundos y no permiten la interoperabilidad, es decir, que no se puede pasar de un metaverso a otro manteniendo el mismo avatar y pertenencias digitales. Ni siquiera sería correcto llamarlos metaversos porque sería como llamar ‘Internet’ a Google o Amazon. Todo lo que tenemos son versiones beta del metaverso, creadas y controladas por empresas u organismos, pero esto no impide que ya se atisben soluciones y aplicaciones muy interesantes. Veamos algunas de ellas:

– Ocio y entretenimiento: básicamente esta es la razón de ser del metaverso. Plataformas sociales como Horizon Word, AltSpace o Roblox ya cuentan con millones de usuarios que se organizan en grupos para charlar, jugar, asistir a conciertos o a eventos.

– Marketing: el metaverso supone una oportunidad única para dar a conocer los productos o servicios de todo tipo de empresas. Marcas como Nike, Adidas o Hyundai ya tienen sus propios mundos virtuales donde poder captar o fidelizar a sus clientes.

– Arte: gracias al metaverso, artistas de todo el mundo pueden dar a conocer sus obras y conseguir importantes ingresos gracias a los NFT.

– E-commerce: esta tecnología abre una nueva dimensión al comercio online. En lugar de visitar una página web y comprar los artículos desde una pantalla plana, los clientes pueden visitar la tienda virtual mediante un avatar, observar y manipular los productos.

– Formación y educación: este sector es posiblemente el que más se va a beneficiar de la realidad extendida. No es lo mismo que alguien te diga cómo se arregla una máquina que hacerlo tú mismo con una réplica virtual de la máquina que queremos arreglar. Universidades como Standford, Maryland y muchas más ya ofrecen asignaturas en el metaverso.

– Industria: la realidad extendida está en el radar de todos los departamentos de innovación de cualquier empresa industrial. Algunos de los casos de éxito más recurrentes son el mantenimiento asistido, el entrenamiento de empleados en entornos de riesgo y los gemelos digitales inmersivos. El mantenimiento asistido consiste en vincular objetos del mundo real con su réplica del mundo virtual, de manera que, mediante unas gafas de realidad mixta, el usuario puede acceder a toda la información de la planta de forma instantánea. Por su parte, el gemelo digital inmersivo es una réplica virtual de una planta o un proceso industrial conectado a un sistema de control que, al visualizarlo con unas gafas de realidad virtual, ofrece una visión general de todo lo que está sucediendo en dicha planta y permite tomar mejores decisiones. En el caso de Acciona, ya contamos con gemelos digitales de varias de nuestras plantas para el tratamiento del agua y de nuestro centro de control de energías renovables (CECOER), entre otros.

Todavía falta mucho camino por recorrer, pero lo que parece claro es que el metaverso del futuro será descentralizado, y tendrá una economía propia que permitirá poseer y coleccionar activos digitales o NFT. Muy probablemente habrá un buscador que ayudará a encontrar los diferentes mundos, pero también habrá representaciones del globo terráqueo dividido en parcelas donde se ubicarán comercios, monumentos o sedes de empresas. A nivel hardware, parece que todo apunta a unas gafas híbridas que permitan pasar de realidad aumentada a realidad virtual (todo el contenido se renderizará en la nube y se retransmitirá a las gafas en tiempo real). Un accesorio de uso común que, al ser tan ligeras y discretas, se podrán llevar puestas todo el tiempo.

Los perfiles necesarios para desarrollar el metaverso

Pero, como se pueden imaginar, construir un metaverso no es una tarea sencilla. Se necesitan profesionales cualificados de todos los ámbitos, desde ingenieros, expertos en realidad virtual, en computación gráfica, informáticos que diseñen su estructura, hasta modeladores 3D, arquitectos y artistas que creen los mundos virtuales. También harán falta abogados, expertos en ciberseguridad, científicos de datos y muchos otros perfiles que garanticen la convivencia.

En cuanto las empresas sean conscientes del potencial de esta tecnología y quieran cada una de ellas desarrollar su propio metaverso, la demanda de este tipo de profesionales se va a multiplicar, por ello es muy importante que los profesionales que quieran liderar el nacimiento y desarrollo de esta nueva industria empiecen a formarse ahora. Han surgido multitud de cursos, pero solo aquellos que tengan detrás años de experiencia y un profesorado que conozca bien este sector, serán los adecuados para capacitar correctamente a estos nuevos perfiles. Estamos asistiendo al nacimiento de una nueva industria con grandes implicaciones sociales a futuro, por lo que una buena formación de los que tienen la responsabilidad de crear y diseñar este nuevo universo es vital para su éxito, y el de los usuarios de este mundo virtual.

Como con cualquier nueva tendencia, nadie sabe cómo evolucionará a ciencia cierta, pero en vista de las multimillonarias inversiones que se están realizando hasta la fecha, y al alto interés que ha despertado en la sociedad, habrá que estar al tanto de todos los avances porque podría ser la oportunidad que cambie nuestra vida para siempre.

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Redacción Computing

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