Las tendencias en el mundo de los pagos digitales no paran de evolucionar: han llegado para quedarse. En plena transformación tecnológica del proceso de compra, los pagos invisibles, también conocidos como seamless payments, se han popularizado a la vez que han revolucionado el comercio digital y físico, eliminando fricciones en las transacciones y ofreciendo experiencias de compra más rápidas, seguras y personalizadas. Es el pago favorito de las nuevas generaciones.
Los pagos invisibles tienen su origen en los años 70 en el Intercambio Electrónico de Datos (EDI) con la automatización de las transacciones comerciales. Después, Nestcape en 1994, introdujo el protocolo seguro (SSL), permitiendo así transacciones seguras en línea, pero no fue hasta 2014 y 2017 con el lanzamiento de Apple Pay, y Amazon Go, respectivamente, cuando en realidad se han generalizado los pagos móviles y las tiendas sin cajas.
La Inteligencia Artificial ha sentado los cimientos de los pagos invisibles, su incorporación a los procesos de pagos ha reforzado la seguridad y optimizado la experiencia de los consumidores en las transacciones online. Es una forma de pago limpio, que no genera ruidos, ni problemas comunicacionales antes, durante y después del pago. El proceso de pagos se ha simplificado y agilizado al no solicitar gran cantidad de información al usuario; si bien, exige un sistema de gestión de riesgo automatizado e inteligente, como el que utilizamos en GDS Link Modellica, capaz de analizar en tiempo real y realizar de forma rápida y cómoda el pago. Este método de compra, en definitiva, ofrece una experiencia de usuario impecable y sirve como Business Intelligence o Data Science para el comercio.
Esta tendencia ha agilizado los pagos y permitido que los consumidores interactúen menos en el momento de pagar y tomar decisiones explícitas. El proceso de pago es más sencillo y ágil. Las transacciones, al almacenar la información del usuario en la nube, se realizan sin necesidad de interacción directa con un dispositivo de pago o cajero. Además, se simplifica el proceso, solo basta con recurrir al móvil para efectuarlo, ya que las aplicaciones tienen almacenadas en la nube los datos de las tarjetas. El objetivo es claro: reducir los tiempos de espera o evitar colas a la hora de hacer compras. Las plataformas decisionales, como la nuestra permite: evaluar el riesgo, prevenir el fraude de manera anticipada y tomar decisiones en milisegundos y, a su vez, optimiza la experiencia del cliente con acceso a créditos y pagos personalizados garantizándoles mayor transparencia, confianza y seguridad.
Beneficios de los pagos invisibles
Los beneficios de la implementación de los pagos invisibles tanto para los retailers como para los consumidores son indudables, destacando entre ellos:
- Rapidez y conveniencia: eliminan la necesidad de esperar largas filas o de usar tarjetas o efectivo. Mejora la experiencia del cliente.
- Personalización: al integrar los datos de consumo en tiempo real, los retailers quienes pueden ofrecer promociones y productos específicos a cada tipo de cliente.
- Mayor seguridad: el uso de tecnologías avanzadas, como la biometría, reduce el riesgo de fraudes y pérdidas.
- Eficacia operativa: optimización de procesos y disminución de costes asociados.
En este 2025, los pagos digitales son una realidad consolidada, así lo pone de manifiesto un informe de Juniper Research en el que afirman que las transacciones realizadas con esta tecnología en 2022 alcanzaron los 100.000 millones de dólares y prevén una proyección del 120% para 2027. De hecho, y en esta línea, las billeteras digitales como Apple Pay y Alipay dominan el mercado, especialmente en China, dónde el 87% de los pagos son móviles. En España el uso de estas billeteras digitales ha crecido un 40%, según Statista.
En este sentido, la biometría, los códigos QR y los wearables están transformando la experiencia de compra. Los sistemas de pago facial en los supermercados europeos han reducido el tiempo de las transacciones a menos de 3 segundos y, en el comercio electrónico, los pagos invisibles, han reducido el abandono de los carritos en un 35%, según Stripe, al simplificar el checkout.
Los pagos invisibles, a futuro, facilitarán una mayor integración de las tecnologías emergentes, aunque también tendrán que hacer frente a garantizar la privacidad de los datos y cumplir las regulaciones, desafíos para los que, a buen seguro, desarrollarán soluciones avanzadas que eliminen las posibles fricciones, mejore la experiencia, y genere seguridad, ventajas y confianza al consumidor.