El crecimiento de los riesgos para profesionales tecnológicos en la era de la hiperconectividad

Cada vez es más sencillo para estos nuevos profesionales cometer un error de índole tecnológica que ponga en jaque a una empresa

Publicado el 22 Mar 2022

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Las empresas ya carecen de mecanógrafas capaces de tomar notas a la velocidad del rayo o de ascensoristas encargados de llevar a cada empleado a su planta correspondiente. Sin embargo, sí abundan los analistas y científicos de datos, expertos en ciberseguridad, diseñadores de software, desarrolladores frontend o consultores TIC, algunas de las profesiones más demandadas, según .

En los últimos años, el mercado laboral se ha transformado a pasos agigantados y ha dado lugar a la creación de multitud de nuevas profesiones relacionadas con las tecnologías emergentes que han revitalizado las industrias y han colocado a la innovación en el centro de todas las estrategias. Sin embargo, estas nuevas profesiones también llevan asociados nuevos riesgos tecnológicos a los que las empresas deben hacer frente para evitar demandas de terceros.

En el contexto actual de hiperconectividad, cada vez es más sencillo para estos nuevos profesionales cometer un error de índole tecnológica que ponga en jaque a una empresa. Una caída en los servidores, un error humano relacionado con el uso de las nuevas tecnologías, una infección por virus o la pérdida de documentos son errores posibles con solo un clic y pueden condicionar la viabilidad económica y la reputación de los profesionales implicados.

Los servidores se han convertido en la espina dorsal de muchas empresas y participan en gran parte de sus procesos, como comunicarse con sus clientes, administrar toda la información que se posee de ellos, gestionar la página web, etc., por lo que si se caen por un ciberataque, o por el error de un empleado, puede conllevar a una paralización total de la actividad de la empresa que haya alojado ahí sus servicios, con su consecuente pérdida monetaria. Pero no solo este tipo de fallos informáticos pueden poner en riesgo a los profesionales TIC, ya que la tecnología es especialmente sensible a los fallos humanos, que pueden ir desde la pérdida de documentos importantes hasta una simple omisión que genere perjuicio a los clientes.

En este panorama se pone aún más de manifiesto la importancia de recurrir a ayuda externa para conseguir una gestión eficaz del riesgo que permita garantizar la resiliencia del negocio. Este es el caso de las pólizas de Responsabilidad Civil Profesional TIC o el Seguro Ciber de , que ofrecen una protección adaptada a la evolución del sector y son personalizables a las necesidades de las empresas y sus tamaños. De hecho, basta con introducir una serie de datos en este para obtener un presupuesto orientativo adaptado a las características concretas de cada profesional o empresa.

Por tanto, es necesario olvidar el concepto clásico de que el respaldo que ofrecen los seguros solo es necesario en las grandes empresas tecnológicas, sino que profesionales autónomos TIC o contratistas también pueden beneficiarse de la cobertura que ofrece el seguro RC TIC en caso de que un tercero les demande en el desarrollo de su actividad profesional, o el seguro ciber en caso de sufrir un ciberataque. Es más, teniendo en cuenta el impacto que una demanda o la paralización de la actividad del negocio a causa de un incidente ciber podría tener en una empresa pequeña en términos de viabilidad económica, se vuelve incluso más importante contar con un seguro para evitar la quiebra.

Pero, más allá de los riesgos tecnológicos actuales, una póliza de Responsabilidad Civil Profesional también actúa cuando se producen disputas contractuales. De hecho, esta es la cobertura más utilizada por los asegurados, ya que cerca del 70% de las reclamaciones surge de discrepancias referentes a los contratos. Todavía en la actualidad hay clientes que no dan el suficiente valor a ciertos servicios tecnológicos por considerarlos menores o simples, y esto deriva en una negativa a pagar las tarifas establecidas, lo cual supone largos plazos de negociaciones y una mala publicidad para la empresa proveedora. Derivar estas gestiones a una aseguradora especializada en resolver este tipo de conflictos de forma ágil, sencilla y beneficiosa para ambos es una buena opción para todos los profesionales que quieran centrarse en el desarrollo de su negocio sin tener que encargarse de este tipo de trámites.

Las herramientas tecnológicas son a menudo imprevisibles y cualquier protección parece poca en un contexto de riesgos permanentes en el que un simple descuido de un empleado puede tener una gran repercusión en la evolución económica de multitud de empresas. Por eso es importante garantizar una gestión eficaz del riesgo a través del soporte de expertos externos en la materia.

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Redacción

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