El modelo laboral tradicional está teniendo que adaptarse a un momento de la historia en el que el equilibrio entre la vida personal y profesional se ha vuelto esencial. La Generación Z, que se estima que para 2030 represente el 30% de la fuerza laboral a nivel global, está redefiniendo el modelo laboral tradicional. Para estos jóvenes profesionales, nacidos entre 1996 y 2010, la estabilidad económica es tan importante como su bienestar emocional y la posibilidad de adaptar el trabajo a su estilo de vida.
Si miramos el panorama nacional, según el informe del mercado de trabajo de los jóvenes elaborado por el SEPE, en 2024 la afiliación a la Seguridad Social de los menores de 30 años representó el 15,3% del total de afiliaciones, en su mayoría (89%) en el Régimen General, mientras que un pequeño porcentaje (7%) se incluye en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.
Estos jóvenes, además de un equilibrio entre trabajo y vida personal, también buscan oportunidades de desarrollo profesional, flexibilidad, un ambiente de trabajo positivo, así como empresas con valores alineados a los suyos y que ofrezcan beneficios sociales. En este sentido, el estudio ‘Compensación salarial e innovación 2025 – Un análisis del mercado español’ elaborado por Coverflex revela que un 61% de los menores de 29 años, dispone de beneficios flexibles además de su salario base. Asimismo, puntúan con un notable (7,3) la importancia de contar con una oferta de beneficios flexibles como compensación salarial.
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Beneficios flexibles
Entre los beneficios que ofrecen las empresas, los jóvenes encuestados refieren la formación, descuentos y seguro de salud como los principales. Sin embargo, afirman como prioritarios otros productos como la tarjeta de comida (33%), seguida de cerca del seguro de salud, los planes de ahorro y jubilación o la ayuda para el combustible (en los tres casos con el 30%), según señala el estudio.
Preguntados por la cantidad mensual que reciben en beneficios, el 45% asegura que hasta 100€, una amplia mayoría (76%) son jóvenes con un sueldo base que llega a los 1.000€. Ese porcentaje crece hasta el 50% en el caso de las mujeres y desciende al 35% si hablamos de hombres. Le sigue la horquilla de jóvenes trabajadores que perciben desde 100 hasta 300€ (35%), tramo en el que disminuye la variación por género.
Casi la mitad (48%) de los jóvenes de la Generación Z considera que su plan de beneficios es moderadamente flexible y se ajusta a sus necesidades. El 30% lo considera poco flexible y a un 22% le parece muy flexible, ya que les permite disponer del importe total para elegir el producto que deseen en cualquier momento.
La salud, la principal preocupación
A pesar del salto generacional, a la Generación Z le parece importante disponer de un seguro de salud como beneficio, así lo manifiesta el 72% de los encuestados, y la mitad de ellos menciona que su empresa ya se lo ofrece. Los aspectos que más valoran a la hora de contratarlo es la posibilidad de actualizarlo según sus necesidades (42%) y poder incluir a algún familiar (41%). Es destacable también que 7 de cada 10 jóvenes de esta generación aseguran disponer de un seguro de vida, si bien un 56% lo tiene por contratación propia y tan solo al 13% se lo ofrece o está cofinanciado por su empresa.
Junto a estos seguros, otros beneficios destacados por la Generación Z son la posibilidad de obtener un adelanto de la nómina o que les ofrezcan algún tipo de presupuesto flexible para gastar en un periodo determinado como complemento a su sueldo. En concreto, la primera opción le gustaría al 68% de los jóvenes encuestados, mientras que la segunda ya la ofrecen al 55% de ellos.
Modelo de trabajo
La Generación Z se ha incorporado a la vida laboral con escenarios de trabajo híbrido o remoto, priorizando por encima de todo su bienestar y tiempo libre.
El formato presencial sigue siendo mayoritario para 8 de cada 10 encuestados, seguido del híbrido (10%) y del remoto (10%). Curiosamente, las mujeres manifiestan que trabajan más de forma presencial (83%) que los hombres (73%). En cuanto a la satisfacción con su modelo de trabajo, los jóvenes que trabajan en formato híbrido son los que mejor puntúan su situación, 8 sobre 10, seguidos de la presencialidad (7,3) y del trabajo en remoto (7). Además, el 66% considera que su horario es flexible, frente al 34% que no lo valora así.
Otro dato relevante que presenta el estudio destaca que 4 de cada 10 trabajadores de la Generación Z manifiestan que prefiere mantener el modelo de semana laboral tradicional, seguido del 31% que preferiría mantener las mismas horas en 4 días de trabajo y solo el 28% trabajaría un día menos, renunciando a una parte proporcional de su salario.
Si hablamos de diversidad e inclusión en las empresas, la mitad de los jóvenes encuestados (53%) destaca que hay mayoría de hombres en los equipos directivos de sus organizaciones, frente al 22% que considera que existe una paridad de género. Sin embargo, 6 de cada 10 consideran que no existe brecha salarial manifiesta. Además de sentirse ampliamente respetados en su forma de ser y de pensar (93%), 7 de cada 10 jóvenes no cree que su compensación salarial esté afectada por cuestiones relacionadas con el género, la raza, la orientación sexual o la discapacidad. En esa misma proporción, aseguran que su empresa dispone de algún plan o estrategia de diversidad e inclusión.
Los beneficios flexibles no son un extra, sino un componente estructural de la nueva cultura laboral. Las empresas que los integren estarán mejor preparadas para atraer y fidelizar al talento joven.







