Estamos asistiendo a una gran transformación en el papel que desempeñan los desarrolladores en las empresas. En los últimos años, los desarrolladores han empezado a tener cada vez más una mayor influencia en la toma de decisión de la compra de tecnología en las empresas. Según un estudio de la consultora IDC, casi un 80% de los desarrolladores siente que tienen una influencia importante o decisiva sobre las estrategias de compra y adquisición.
Los desarrolladores además de ser los responsables de la tecnología subyacente de sus organizaciones, están avanzando hacia la vanguardia de la toma de decisiones empresariales. Según un análisis de IDC, los desarrolladores cuentan con una amplia perspectiva sobre las necesidades de las organizaciones en sus procesos de digitalización. Esta comprensión sobre cómo mejorar la eficiencia operativa de los procesos, les ha colocado en posición muy relevante dentro de las empresas.
En este cambio de visión está contribuyendo significativamente la adopción de la inteligencia artificial (IA), fomentando la colaboración más cercana entre el área de negocio y el departamento tecnológico para impulsar el cambio. Los equipos de negocio se están involucrando más con la tecnología y recurriendo a los datos para lograr resultados específicos. Esta simbiosis está impulsando la figura del ‘desarrollador ciudadano’, usuarios de negocio con inclinación técnica que están fortaleciendo la conexión entre el negocio y la tecnología.
En este contexto, los desarrolladores que dominan tanto el lado técnico como la generación de valor comercial se están volviendo activos indispensables. Los desarrolladores ciudadanos, lejos de competir, complementan esta labor, aliviando la carga de sus homólogos más tradicionales. Pero a medida que esta comunidad crece y evoluciona, quienes buscan interactuar con ella también deben adaptarse.
En este contexto, los desarrolladores que dominan tanto el aspecto técnico como la generación de valor comercial se están convirtiendo en activos indispensables. Los desarrolladores ciudadanos, lejos de competir, complementan esta labor, aliviando la carga de sus contrapartes más tradicionales. Pero a medida que esta comunidad crece y evoluciona, aquellos que buscan interactuar con ella también deben adaptarse.
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Las herramientas en evolución: código abierto e IA
Dos fuerzas están acelerando este cambio: el open source y la IA. El código abierto, con su filosofía colaborativa y su vasto repositorio de herramientas, permite una innovación más rápida. Es la base sobre la que muchos de los proyectos más ambiciosos se construyen, fomentando la colaboración y el aprendizaje continuo en la comunidad de desarrolladores, alentando el intercambio de conocimientos y la resolución colaborativa de problemas.
La IA, por su parte, no viene a ‘reemplazar’ a los desarrolladores, sino a potenciar su capacidad. Herramientas como los asistentes de codificación o la IA generativa están liberando a los profesionales de tareas repetitivas, permitiéndoles enfocarse en la resolución de problemas complejos y en la creación de valor estratégico.
Sin embargo, la IA debe usarse con las debidas precauciones. La supervisión del flujo de trabajo de extremo a extremo, desde las fuentes de datos hasta el usuario final, es fundamental para evitar problemas de gobernanza y seguridad. Los líderes empresariales deben permanecer cerca de esta transformación, entendiendo sus beneficios, pero también sus riesgos.
El auge del desarrollador ciudadano
Dada la velocidad y las exigencias del cambio, las empresas están mirando más allá de los roles de desarrollo tradicionales, empoderando a una nueva clase de creadores. Los desarrolladores ciudadanos combinan una actitud proactiva con la aptitud técnica suficiente para manejar herramientas de low code y soluciones de codificación impulsadas por IA. Esto está redefiniendo la forma en que las organizaciones abordan los problemas, permitiendo a los líderes de negocio acelerar la innovación de forma independiente, especialmente para necesidades departamentales o específicas de un dominio.
El auge de Python también ha facilitado que los desarrolladores ciudadanos aborden problemas más complejos. Python es accesible y cuenta con un robusto ecosistema de herramientas y recursos que los apoya, sin exigirles escribir código complejo desde cero. Además, las plataformas empresariales están combinando lenguajes de programación con IA de formas que simplifican enormemente la codificación, con técnicas como el texto a SQL, impulsando así la productividad empresarial.
Si bien los desarrolladores ciudadanos pueden aligerar la carga de trabajo de sus homólogos convencionales, también introducen nuevos desafíos. Las plataformas tecnológicas y los equipos de IT deben asegurar que existan los recursos y el soporte necesarios para mantener altos niveles de calidad y rendimiento del software.
DevRel para potenciar el talento
Una moderna estrategia de Relaciones con Desarrolladores (DevRel) es clave para apoyar tanto a los desarrolladores profesionales como a los desarrolladores ciudadanos. No basta con atraer talento; hay que cultivarlo y retenerlo. Las empresas deben entender que la comunidad de desarrolladores, muy activa y conectada, valora la transparencia, la colaboración y el acceso a herramientas de vanguardia. Las estrategias de DevRel deben ser fluidas, adaptándose tanto al desarrollador profesional que construye infraestructuras críticas como al desarrollador ciudadano que necesita guías y plantillas para innovar de forma segura.
El crecimiento del número de desarrolladores ciudadanos refuerza la necesidad de flexibilidad. Las organizaciones deben trabajar para que ambos grupos colaboren, compartan conocimientos e innoven de forma segura en un entorno unificado, consolidando enfoques dispares y sentando las bases del éxito futuro.
Esto fomentará relaciones más sólidas entre las empresas y los desarrolladores, y ayudará a estos últimos a defender ciertas herramientas e innovaciones. La retroalimentación de los desarrolladores será crucial para identificar mejoras y alimentará la innovación con el tiempo. Dado que los desarrolladores ciudadanos son, en gran medida, usuarios además de constructores, su feedback específico puede convertirse en una mina de oro.
Unión para una estrategia de futuro
La convergencia de enfoques de código abierto, herramientas de IA y la democratización del desarrollo es una combinación extraordinariamente poderosa. Sin embargo, a largo plazo, lo que verdaderamente impulsará a las organizaciones a alcanzar sus objetivos de negocio en el vertiginoso escenario tecnológico actual será la sinergia entre desarrolladores y desarrolladores ciudadanos.
Los desarrolladores tradicionales se encuentran ante un escenario radicalmente distinto al de antaño. En este contexto, los desarrolladores ciudadanos emergen como un valioso complemento, no como un obstáculo. Mientras los primeros aportan un conocimiento técnico profundo y especializado, sus homólogos ciudadanos aportan velocidad y una comprensión directa de las necesidades del negocio. Si las organizaciones logran fusionar eficazmente estas dos vertientes de talento, estarán en posición de aligerar las cargas pendientes en sus departamentos de IT, mitigar la carencia de personal cualificado y acelerar su competitividad en el mercado.
