A FONDO

Euro digital, el futuro de la unidad monetaria europea



Dirección copiada

El proyecto del euro digital podría culminarse en 2026 y convertirse en la moneda de pago de los ciudadanos europeos, como complemento del pago en efectivo, que va en franca retirada  

Publicado el 28 nov 2023

Rufino Contreras

Redactor Jefe



Euro digital, el futuro de la moneda europea

Concepto del euro digital

El euro digital es un proyecto en marcha que, de llegar a buen puerto, revolucionará el modelo de pagos y el concepto de la moneda única adaptado al siglo XXI. El euro digital pretende crear una forma de dinero electrónico emitida por el Banco Central Europeo (BCE) y accesible para todos los ciudadanos y empresas de la zona euro. El euro digital tendría las mismas características que el euro físico, pero se podría utilizar de forma digital, sin necesidad de intermediarios financieros.

La idea es que el euro digital estaría disponible para todos los ciudadanos sin costos adicionales. Esto podría hacer que las transacciones digitales sean accesibles para una amplia variedad de personas. Al igual que el efectivo, el objetivo es que un euro digital sea aceptado en cualquier lugar de la zona del euro, facilitando las transacciones transfronterizas dentro de esta región.

La implementación de tecnologías seguras, como blockchain o registro distribuido, podría proporcionar seguridad a las transacciones realizadas con euro digital. Además, la UE pone énfasis en la importancia de preservar la privacidad de los usuarios en este entorno digital.

La importancia del euro digital

La futurible moneda contará con el respaldo del Eurosistema, que incluye los bancos centrales nacionales de la zona euro. En un contexto de creciente digitalización, el euro digital se vería como un avance para la moneda única, adaptándose a las tendencias tecnológicas y proporcionando una opción más moderna y eficiente para realizar transacciones. La consideración del euro digital implica un análisis continuo por parte de las autoridades financieras y bancarias para evaluar su viabilidad, impacto en la economía y aceptación por parte de la sociedad.

En resumen, el euro digital se consolidaría como un medio de pago de amplia aceptación en toda la Eurozona, al igual que los billetes y monedas convencionales. Además, ofrecería servicios esenciales, como la apertura de cuentas, la carga de fondos y los pagos, de manera gratuita y fácil de utilizar.

Cómo funcionaría el euro digital                                                                          

Los pagos electrónicos del sistema financiero se garantizan a través de una sólida infraestructura compuesta por ordenadores, conexiones y protocolos. El Eurosistema se asegura de la robustez y disponibilidad de esta infraestructura. En este contexto, el euro digital se basaría en una plataforma pública y europea, fortaleciendo así el sistema financiero de la Eurozona y reduciendo su dependencia de alternativas extranjeras.

Una contribución adicional es la implementación de una modalidad offline que permitiría realizar pagos en euros digitales sin necesidad de conexión a Internet

Una contribución adicional es la implementación de una modalidad offline que permitiría realizar pagos en euros digitales sin necesidad de conexión a Internet. Esta modalidad, ofrecida junto con la modalidad online, proporcionaría una solución de respaldo en caso de caídas de la red y facilitaría la realización de pagos digitales en áreas geográficas donde actualmente no son una opción viable.

Etapas y fases de la implantación del euro digital

Es importante tener en cuenta que la implementación del euro digital está en fase de discusión y análisis, y los detalles específicos podrían cambiar en función de las decisiones tomadas por el BCE y los bancos centrales nacionales de la zona del euro.

Fase 1: Lanzamiento e investigación del proyecto del euro digital

En julio de 2021 el Banco Central Europeo (BCE) anuncia el proyecto del euro digital y en octubre del mismo año se inicia la fase de investigación del proyecto, para abordar los aspectos clave relativos al diseño y la distribución de este dinero electrónico.

Fase 2: Fase de preparación

Eurosistema ha estado trabajando durante dos años en definir las características de la futura divisa y cómo implementarlo. El acuerdo del Banco Central Europeo (BCE) del 18 de octubre de 2023 marca el lanzamiento de la siguiente fase del proyecto, que tiene como objetivo realizar todos los preparativos necesarios para emitir un euro digital en caso de que se considere necesario.

Fase 3: Lanzamiento final

Si el proyecto supera la fase actual, se iniciaría un periodo de puesta en marcha que se alargaría hasta 2026. Por lo tanto, el lanzamiento de julio de 2021 es solo el primer paso de un proceso largo y complejo que requiere el consenso de las autoridades europeas y la participación de los ciudadanos, los comercios y el sector de pagos.

Ventajas del euro digital

El euro digital, propuesto para ser emitido por el Banco Central Europeo (BCE), presenta una serie de ventajas sustanciales que pueden beneficiar tanto a los ciudadanos como a las empresas en la zona euro.

Seguridad y Privacidad

El respaldo del BCE otorga a esta moneda una base sólida de seguridad y confiabilidad, aprovechando la extensa experiencia del banco en la gestión de moneda. Además, el compromiso del BCE con la protección de la privacidad ciudadana refuerza la confianza en esta nueva forma de dinero.

Accesibilidad

El euro digital se plantea como una moneda accesible para todos los ciudadanos, independientemente de su ubicación o situación financiera. Esta accesibilidad facilitaría a las personas la realización de pagos y el acceso a servicios financieros de manera más eficaz. Viajeros a otros países de la zona euro se beneficiarían al realizar pagos sin incurrir en comisiones de cambio de moneda.

Eficiencia

Al procesar pagos instantáneamente y sin comisiones, el euro digital se destaca como una alternativa más eficiente en comparación con el dinero en efectivo o las tarjetas de crédito. Esta eficiencia simplificaría las transacciones financieras cotidianas. Las personas mayores podrían utilizar el euro digital para realizar pagos en línea o por teléfono, eliminando preocupaciones sobre la pérdida de dinero en efectivo.

Inclusión financiera

El euro digital podría desempeñar un papel crucial en la promoción de la inclusión financiera al ofrecer a aquellos sin acceso a servicios financieros tradicionales una forma segura y conveniente de realizar pagos. Residentes en áreas rurales podrían emplear el euro digital para realizar pagos en comercios que no aceptan tarjetas de crédito.

Beneficios para las empresas

Las empresas podrían efectuar pagos a proveedores y empleados de manera más rápida y eficiente mediante el euro digital. Su implementación podría permitir a las empresas ofrecer nuevos productos y servicios, como pagos móviles o transacciones en línea sin contacto. Como aseguran los expertos, la reducción de costos, incluyendo los asociados al procesamiento de pagos, podría ser un beneficio significativo para las organizaciones.

Desventajas de la moneda europea

Esta moneda también conlleva retos y riesgos que las autoridades no deben menospreciar y valorar en su justa medida antes de poner en marcha todos los mecanismos correspondientes.

Impacto negativo para los bancos

Su instauración puede ir en menoscabo de la autonomía financiera de los bancos comerciales, ya que los ciudadanos podrían depositar su dinero directamente en el Banco Central Europeo, lo que disminuiría la capacidad de los bancos de conceder créditos y ofrecer servicios financieros.

Ciberseguridad

La vulnerabilidad del sistema financiero puede verse en entredicho ante potenciales ciberataques, fraudes o fallos técnicos, ya que el euro digital dependería de una infraestructura digital compleja y centralizada que podría ser objetivo de hackers o sabotajes.

Privacidad

El euro digital puede afectar a la privacidad y la seguridad de los datos personales de los usuarios, ya que el Banco Central Europeo tendría acceso a información sensible sobre sus hábitos de consumo, sus ingresos y sus gastos, lo que podría generar problemas de confianza o de protección de datos.

Inestabilidad financiera

Existe un posible riesgo de inestabilidad financiera o inflación, ya que el euro digital podría facilitar la fuga de capitales o la especulación en momentos de crisis o de incertidumbre, lo que podría provocar fluctuaciones bruscas en el valor del dinero o en los precios de los bienes y servicios.

Competitividad

También hay preocupaciones sobre la competitividad. El euro digital podría desplazar a las monedas digitales privadas, como bitcoin o ethereum. Esto podría reducir la innovación en el espacio de las monedas digitales y podría perjudicar a los consumidores que utilizan estas monedas.

Limitación del dinero en efectivo

Algunos expertos señalan que esta moneda podría limitar la cantidad de dinero en efectivo, pero las autoridades bancarias garantizan que el efectivo seguiría estando disponible, así como otros medios de pago electrónicos privados que se utilizan en la actualidad. Es interesante mencionar que ya existen restricciones en el uso de efectivo en algunos países. En España no pueden abonarse en efectivo operaciones con un importe igual o superior a 1.000 euros. Una medida relacionada con la lucha contra el blanqueo de capitales.

Diferencias entre el euro digital y las criptomonedas

La moneda europea constituye una forma de dinero electrónico concebida para servir como medio de pago, unidad de cuenta y depósito de valor. En contraste, las criptomonedas son activos digitales basados en la tecnología blockchain y carecen de respaldo por parte de una autoridad central.

Estabilidad

El euro digital, respaldado por el BCE, mantendría un valor constante equivalente al euro físico. En cambio, las criptomonedas pueden experimentar fluctuaciones significativas en el mercado y carecen de una paridad fija con monedas oficiales.

Regulación

El euro digital estaría sujeto a las normativas y regulaciones de la Unión Europea, lo que implicaría el cumplimiento de requisitos como identificación, prevención del lavado de dinero y protección al consumidor. Por otro lado, las criptomonedas operan en un entorno descentralizado y anónimo, dificultando la supervisión y el control.

Compatibilidad

El diseño del euro digital se orientaría hacia la compatibilidad con los sistemas de pago existentes, facilitando transacciones transfronterizas dentro de la zona euro. En contraste, las criptomonedas requieren plataformas específicas para su intercambio, lo que puede generar costos adicionales o demoras en las operaciones.

El euro digital, ¿oportunidad o reto?

Las autoridades monetarias de todo el mundo están explorando activamente las monedas digitales soberanas, también conocidas como Monedas Digitales de Banco Central (CBDC). Más del 85% de los bancos centrales están estudiando o probando estas monedas. Entre ellos se encuentran el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra, la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Japón.

Estas monedas digitales soberanas se enfrentan a varios retos. Uno de los principales es garantizar que sean seguras, sólidas y estén en conformidad con la ley. Además, deben garantizar el mayor nivel de privacidad posible para sus usuarios.

Otro desafío importante es diseñar estas monedas de manera que se eviten efectos adversos en el sector financiero y la economía en general. Por ejemplo, el Banco Central Europeo (BCE) considera que el futuro euro digital no debería utilizarse como forma de inversión, sino solo para realizar pequeños pagos electrónicos.

El euro digital se almacenaría en un monedero electrónico creado en tu banco o en un intermediario público, lo que permitiría realizar cualquier pago electrónico cotidiano, ya sea en una tienda habitual, en Internet, o a un amigo, utilizando un teléfono o una tarjeta, con o sin conexión.

Artículos relacionados

Artículo 1 de 4