Del dato se ha hablado largo y tendido. En muchas ocasiones se ha enfocado como una reliquia que hay que custodiar sin que nadie lo toque, pero últimamente las empresas han reconocido el valor que les aporta y ha comenzado la batalla por la soberanía. Para conocer el estado real del dato en diferentes compañías que operan en Cataluña, Computing junto con Evolutio, han reunido a los responsables de los datos en algunas empresas con sede en Barcelona.
Cuando se piensa en soberanía del dato la cuestión se puede abordar desde muchos frentes: la resiliencia y fuga de la información, la comunicación, la unificación e incluso la ciberseguridad. En el encuentro se intentó tocar todos estos temas sin dejar de lado otros asuntos de actualidad.
La Administración Pública fue la primera en participar en la tertulia. Xavier Altafulla, Cap de Secció de Bon Govern en el Ajuntament del Prat de Llobregat, comentaba que los ayuntamientos «juegan como las empresas privadas, pero teniendo mucho más respeto por los datos» porque antes de utilizarlos para alguna cuestión tienen que «pensar si los derechos que tenemos por la cesión de los datos también nos permiten usarlos en ese caso concreto», confirmaba Altafulla.
Según el Cap de Secció de Bon Govern, la ciudadanía piensa que la administración va a «utilizar mal» los datos mientras que no se plantean qué hacen con ellos algunas multinacionales. Además, los ayuntamientos juegan con la dificultad añadida de que cada uno tiene herramientas diferentes. «Habría que unificar las herramientas para facilitar los datos y la taxonomía… de esta manera se potenciaría conjuntamente el valor de los datos», sugería Altafulla.
Del Ajuntament de Castelldefels acudió José Luis Guerrero, Director del Área de Transformació Digital. Guerrero se unía a la reclamación hecha por el Cap del Prat y se planteaba cómo almacenar y «sacar jugo» de todos los datos que generan, además Guerrero se cuestionaba si «realmente somos soberanos o dependemos de las empresas en las que almacenamos los datos en la nube«. Sobre las reticencias de algunos ciudadanos afirmaba que sí es cierto que las personas miran mucho más a la Administración que a las empresas privadas porque «les compensa más el servicio que les dan por ceder esos mismos datos».

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La gobernanza: ¿realidad o ilusión?
«El poder del dato es algo muy importante para las organizaciones, se dice que es el petróleo, pero realmente es el activo más estratégico de una compañía. Lo importante es poder decidir dónde y cómo controlo el dato, eso es la gobernanza», sentenciaba Carlos Ferrer, director de la Región Mediterráneo de Evolutio.
Eugenio Marín, Global IT Operations Senior Manager en Nestlé, comentaba que en la industria en general la obsesión por acumular datos ha llevado a que las empresas se encuentren situaciones en las que los datos no son útiles para el provecho de la IA ya que requiere un esfuerzo sobredimensionado de entrenamiento. «Dada la complejidad de Nestlé, a veces nos hemos encontrado con ese problema y ahora le prestamos mucha más atención a la configuración del dato para sea entrenable desde el momento de la selección y almacenamiento», confirmaba Marín.
En cuanto a la gobernanza en Nestlé tienen políticas estándares, se realizan inventarios de las aplicaciones y de los datos, y el equipo encargado del gobierno de datos es parte de los procesos y las reuniones donde se toman decisiones. En Nestlé están realizando campañas masivas de concienciación en ciberseguridad porque el eslabón más débil de la cadena es el empleado.
Manel Rodríguez, Director de IT de Educa Borrás, compartía que en su empresa están en una fase de evaluación de sistemas y la llegada de la IA la están utilizando como excusa para ir un paso más allá en cuestiones de gobernanza. En este momento en Educa Borrás se encuentran en la transición de on premise al cloud para «mejorar la gestión del dato acumulado sin perder de vista la gobernanza».
En AOC son muy cuidadosos con los datos y custodian la información con sus plataformas propias. Rubén Cortés, Technology and Cybersecurity Director en la compañía, compartía que «garantizamos la implantación interna y de seguridad de todas las cargas que enviamos a la nube pública. Apostamos por el multicloud y la nube híbrida».
Los Mossos d’Esquadra estaban representados por Cristian Borrella, Jefe de la Unidad de Ciberseguridad. En los Mossos se han encontrado con el problema de la taxonomía, puesto que no en todos los lugares se denominan a las situaciones de una misma manera. Esto dificulta las labores a la herramienta que utilizan para poder aportar datos a los Mossos que estén desplegados en cualquier lugar de la Generalitat. «Necesitamos aunar criterios para ver qué tipo de datos se necesitan y poder así utilizar la inteligencia artificial», reclamaba Borrella.
El dato no es certeza, es estadística
Muchos datos que tienen los Mossos vienen de las denuncias que realizan los ciudadanos, pero en los últimos tiempos se han dado cuenta de que las personas que son estafadas no denuncian por vergüenza. Por ello, están realizando muchas campañas de concienciación sobre estafas, también las generadas por IA. Dentro de la policía autonómica catalana están utilizando la IA para gestionar el Big Data y poder dar el servicio adecuado.
Respecto a los ciberataques, Carlos Ferrer recordaba que España es uno de los principales países atacados y las administraciones y las empresas no van al ritmo de los ataques.
Del mundo académico acudió Xavier Busquets, del departamento de Operaciones, Innovación y Data Science de ESADE. Busquets compartió que «los datos antes formaban parte de sistemas estáticos y ahora son parte de algo más amplio y se convierte en dinámico», por ello la información ahora es crucial para los negocios y la escala de la base de datos es básica.
Busquets también afirmaba que «la función TI está cambiando y hay que hacer más pedagogía; ahora el dato responde sobre el contexto».
Amador Álvarez, Responsable de Informática de la Politécnica de Cataluña, decía que la «gobernanza del dato es complicada porque entran cuestiones de leyes y deontologías». Para Álvarez el gobierno del dato no es solo la seguridad y se planteaba qué hacer con el dato si se tenía en cuenta que «el dato no es certeza, es estadística».
Desde la Politécnica de Cataluña lanzaban la cuestión de cómo detectar lo que no es un dato valioso. Para Eugenio Marín este asunto toma especial relevancia con la IA para evitar cualquier tipo de alucinación y Amador Álvarez completaba afirmando que «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad».
La «explicabilidad» del dato
En el encuentro organizado por Computing junto a Evolutio, surgió el concepto «explicabilidad» que viene a ser lo que tradicionalmente los periodistas denominaban «fuente», es decir, dejar claro de dónde sale la respuesta.
En un primer momento parecía que todo lo que proporcionaba la inteligencia artificial se consideraba acertado y válido. Ahora sabemos que hay numerosas alucinaciones y que, «por contentar» siempre va a decir lo que se quiere escuchar. Por ello, en muchas empresas y administraciones se está pidiendo la «transparencia algorítmica» y especificar cuáles son las fuentes utilizada por la IA para dar una determinada respuesta.
Dependiendo del caso de uso y de si la base de datos es interna y está trabajada o externa, se da mayor o menor credibilidad al dato. En este sentido, las compañías que tienen suficiente dinero prefieren apostar por inteligencias artificiales on premise.
En este sentido, Elsa Yenes, Responsable de la Administración Pública de Cataluña en Evolutio, comentaba lo que muchos opinan: «En Europa somos garantistas por los ciudadanos y regulamos todo. La situación geopolítica actual nos da la oportunidad de ir a una todos, pero hay que plantearse qué alternativa de gobernanza nos da Europa sin tener que depender del exterior».









