El flamante presidente de IBM España, Portugal, Grecia e Israel (SPGI), hizo su primera comparecencia oficial ante los medios de comunicación y trazó las líneas maestras del discurso actual de su compañía que se resumen en el concepto ‘planeta inteligente’. En relación a su nombramiento, Zufiria mostró su “orgullo y responsabilidad aunque el momento es interesante”. Mostrando grandes dosis de optimismo, el directivo señaló que 2009 va estar “lleno de desafíos, pero dentro de cada crisis hay un 50 por ciento de catastrofismo y otro tanto de oportunidad”.
Y es precisamente en este aspecto donde se inclina el fiel de su balanza y está convencido de que “se trata de un periodo histórico en el que tenemos la capacidad de transformar la vida de las personas y de las organizaciones”. Es necesario convencer a los clientes de que es un momento muy crítico para invertir en el futuro, “si repetimos lo de hace cuatro años, no saldremos adelante, es inevitable cambiar de modelo”. Y ahora hay más tecnología que nunca por aplicar y la situación obliga a la acción y Zufiría ve en este hecho un acicate que motiva a IBM a liderar el mensaje “construyamos un planeta más inteligente”.
El planeta está cada vez más inteconectado, tecnológicamente preparado e inteligente: “vivimos en un mundo cada vez más pequeño: en 2010 habrá1.000 millones de transistores por habitante del planeta, 1.300 millones de etiquetas RFID, y a finales de este mismo año habrá 4.000 millones de móviles, etc.”. A estas cifras Zufiria añade el irresistible ascenso de Internet, ya que se estima que en 2011 más de 2.000 millones de personas se conectarán a la web a través de unos mil millones de dispositivos, entre los que se encuentran coches, electrodomésticos o cámaras fotográficas. Con todo ello, el responsable de IBM explica que la primera cuestión reside en “cómo vamos a gestionar la información generada para que nos ayude en nuestras decisiones”.
Zufiria detecta otras tres áreas críticas para cubrir las necesidades del planeta inteligente: los procesos de negocio deben seguir transformándose, las infraestructuras deben ser tan dinámicas como el entorno de negocios actual y hacer frente a la escasez de recursos. “A partir de ahora, para emprender cualquier proyecto hay tener en cuenta dos variables: el alcance de la inversión y el bienestar del planeta”, concluye.
