Ya lo decía hace unos meses el Instituto Nacional de Estadística: el grado de implantación del CRM en las empresas españolas no llega al 25 por ciento. Las razones de esta situación son principalmente el desconocimiento hacia algo nuevo y la aversión al cambio, que suponen un choque frontal para el CRM, de acuerdo con la compañía ActionsData. Así, “muchas empresas ven la necesidad de implantar una solución CRM que ayude en la gestión de los clientes pero también tienen miedo de los posibles problemas derivados de la implantación de las herramientas necesarias”, comenta Antonio Huedo, director general de ActiosData, explicando que este mercado no acaba de despegar en España debido a que tiene acceso a las últimas tecnologías y aplicaciones de gestión.
Sin embargo, nuestro país presenta un panorama atractivo para llevar a cabo proyectos CRM porque las empresas son conscientes de la importancia de aplicar este tipo de sistemas, conocen sus beneficios y el ROI que les proporcionaría. Pero la clave para asegurar el éxito de una implantación de CRM, es que ésta debe “centrarse siempre en el cliente. En realidad, el hecho de utilizar la tecnología para optimizar nuestros resultados no hace que varíen los conceptos básicos en los que nos movemos para crear nuestras estrategias de fidelización y conquista, lo que ocurre es que con más información y con canales más cercanos a nuestros clientes vamos a jugar sobre seguro y podremos medir la eficacia de nuestras decisiones en tiempo real”, asegura Huedo.