“Cuando abrimos la persiana al inicio de año, el 50% del negocio debe ser mantenimiento”

La crisis que ha castigado al sector, ha forzado a Infor a mantener dos estrategias separadas para conservar su crecimiento, tanto de volumen en la base instalada como de captación de nuevos clientes. Leo Bensadón, responsable de la compañía para la Península Ibérica, nos muestra cómo la verticalización y los paquetes de soluciones específicas son sus armas

Publicado el 21 May 2010

Están a punto de cerrar su ejercicio fiscal de 2010, ¿cómo han sido estos fatídicos meses para Infor?
Aunque no estamos en bolsa no podemos dar muchos detalles de nuestros resultados. Aún así, como responsable de la compañía en España y Portugal, y desde hace uno año también del área de fabricación en Francia, sí estoy viendo en estos meses algo de recuperación con respecto a 2009. Yo pensaba que 2010 iba a ser el año más complicado, pero está claro que lo peor ya ha pasado, aunque la situación es distinta en España de Francia y Portugal. Ahora mismo el más problemático es el mercado de Portugal, luego España dependiendo de los sectores, y Francia ya está a otro nivel.

Pero, ¿han notado impacto de la crisis en la cuenta de resultados?
El año pasado, sí. Evidentemente en 2009, gran parte de nuestro negocio, -cuyo 50 por ciento son ERPs-, sí se vio afectado ya que los grandes proyectos de ERP se paralizaron. Por ejemplo, el 25 por ciento de nuestro negocio procede del sector de la automoción, uno de los más castigados por la crisis. No obstante, hemos podido aguantar mejor que otros al vender otras soluciones complementarias como las de BI, análisis y consolidación financiera, mejor gestión de la cadena de suministro… soluciones que permiten ver un rápido retorno de la inversión, y que nos han permitido ganar volumen en clientes como Grupo SOS o CAF.

A la hora de emprender un proyecto de ERP, ¿han cambiado las prioridades de los CIOs?, ¿se fijan más ahora en el ROI?
Depende de las empresas, pero este último año hay sectores que buscan proyectos más específicos, más enfocados a solucionar un problema en poco tiempo, y en pocos meses obtener resultados. Pero el gran proyecto a largo plazo de dos a tres años, ya no se pide. Sobre todo, piden resultados a corto plazo.

Esta nueva demanda, ¿ha obligado a la compañía a cambiar su reorientación al mercado entonces?
Tenemos una base instalada muy importante de 70.000 clientes en el mundo, y de casi 900 en la Península, así que separaría nuestra estrategia para estos clientes de la de captar nuevos clientes porque las necesidades son distintas. En base instalada, por ejemplo, hemos sacado un nuevo programa llamado Infor Flex, que les ofrece la mayor flexibilidad en implantar otra de nuestras soluciones e intercambio de aplicaciones, en migración por paquetes o proyectos cerrados a las últimas tecnologías, en financiación de proyectos a tres años de licencias, mantenimiento y servicios… todo ello para permitir a nuestros clientes seguir avanzando.
En cambio, los planes para los nuevos clientes antes eran ofrecer un ERP que solucionara todo lo que necesitaban, pero ahora es más importante que solucione un 80 por ciento de dichas necesidades. Es decir, ofrecer una solución ya empaquetada que pueda dar un resultado en poco tiempo y permita empezar enseguida a funcionar; y luego, dependiendo de la marcha del negocio ir avanzando en la implantación. En este sentido, hemos hecho paquetes más específicos y más verticales.
Por eso mantenemos estas dos estrategias, para cuando levantamos la persiana al inicio del año tener más del 50 por ciento de nuestros ingresos, -tenemos una facturación mundial de 2.000 millones de dólares-, procedentes de los servicios de mantenimiento.

Esta verticalización es su as en la manga, pero, ¿no contemplan también una mayor estandarización?
No porque nuestra ventaja competitiva es ser más específicos para lo que el cliente necesita. Paquetes estándar los ofrecen los dos tres grandes fabricantes que todos conocemos, y en esa situación es complicado competir contra ellos por nombre, referencias… pero cuando hay una necesidad específica o cuando se quiere tener algo funcionando en unos meses y no en unos años, o son empresas medianas… ahí nosotros podemos competir.

Precisamente hace dos años su objetivo era aumentar el reconocimiento de marca frente a otros proveedores más reconocidos, ¿en qué punto se encuentran a día de hoy?
Esto no se hace de un día para otro, pero hay datos muy importantes. Por ejemplo, el número de impresiones que tenemos en prensa a día de hoy triplica al que teníamos hace dos años. Poco a poco se nos empieza a reconocer, así como estar en los cuadrantes de líderes de Gartner.

Al igual que sus rivales, Infor también se ha caracterizado por una política agresiva de compras, ¿continuarán con esta estrategia tras el parón de estos últimos meses?
Sigue siendo parte de la estrategia, que era comprar varias empresas de nicho para crear masa crítica, poder competir con los grandes, llegar a una facturación de 2.000 millones, y estar en el Top ten de las principales empresas de software del mundo. Pero, igual que Infor se creó en un momento de crisis en el año 2000, pienso que de aquí al año que viene esa situación se va a repetir. Compraremos compañías con grandes soluciones que no tienen capacidad financiera para seguir adelante. La consolidación del mercado continuará, y estar atento a las oportunidades que puedan surgir forma parte de nuestra política.

En cuanto a los nuevos desarrollos de producto previstos para este año, ¿seguirán basados en la plataforma Open SOA?
Sí, debido al valor que damos al mantenimiento. Esta plataforma permite que un cliente que tenga una solución nuestra antigua e incluso no le interese actualizar a nuevas versiones, pueda conectar su aplicación a través de SOA con nuestras soluciones u otras de otros proveedores. Y eso da una ventaja enorme porque con la mayoría de los fabricantes se tienen que actualizar a la última versión para poder facilitar la integración.

¿Barajan otras innovaciones como SaaS o cloud computing?
No lo veo como innovaciones, sino como alternativas de servicio para nuestros clientes, que estén interesados en gestionar toda su aplicación o tan sólo un módulo del ERP como la administración de gastos de empleados, y externalizarlo. Llámalo SaaS, llámalo cloud, al final, estamos ofreciendo un servicio con ese software pero a través de la nube. Yo lo llamo, flexibilidad.

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Redacción

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