El departamento de TI, uno de los que menos valor aporta a la empresa

El departamento de informática es uno de los peor percibidos en la relación valor añadido–coste en los procesos estratégicos empresariales, según indica un estudio elaborado por la consultora Setesca, basado en una encuesta realizada a más de 1.000 CEO y directores generales.

Publicado el 28 Mar 2011

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La consultora Setesca, especializada en el ahorro de costes e incremento de la productividad en los departamentos de TI, ha elaborado un estudio sobre el valor estratégico que aporta a la organización el departamento de informática. Tras haber encuestado a más de 1.000 CEO y directores generales, concluye que esta división es una de la peor percibida en la relación valor añadido-coste.
Según la investigación, las principales causas que han llevado a tal valoración son la percepción del departamento de informática como un coste y no como un valor diferencial, la ausencia de comunicación respecto al valor real aportado, y la falta de proactividad en la mejora de los procesos de negocio. Asimismo, entre las causas también se encuentra la tendencia a considerar que la informática es una commodity, y la sensación de incumplimiento frecuente en los calendarios y plazos de los proyectos.
Avisa Setesca entonces que son estas percepciones las que llevan a las compañías a plantearse cada vez más la externalización parcial de sus sistemas informáticos, llegando incluso a externalizar el departamento de TI en su totalidad. Por ello, recomienda mejorar la valoración de los departamentos informáticos con actividades como:
– Disponer de un Modelo de Gestión de TI que permita cuantificar y mantener adecuadamente todas las acciones que se realizan.
– Implementar una estrategia y arquitectura de sistemas y soluciones, alineada con el plan estratégico de la empresa y con las mejores prácticas del mercado.
– Desarrollar prácticas que se centran en el establecimiento de un correcto dimensionamiento entre recursos internos y externos para reducir al mínimo los gastos discrecionales.
– Reorientar el departamento con el fin de que no actúe como receptor de peticiones y que pase a ser un generador de ideas con un gran valor añadido para el negocio, no solamente desde un punto de vista de tecnología, sino también para la mejora de procesos.
– Disponer de los métodos y herramientas adecuados para comunicar su nivel de gestión a la compañía.

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Redacción

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