En el primer trimestre del ejercicio fiscal en curso, Ericsson ha visto descender su beneficio neto un 31 por ciento desde los 2.650 millones de coronas suecas que cosechó en el mismo periodo del año previsto hasta una cifra de 1.720 millones de la misma moneda, es decir, 212,4 millones de dólares.
Los costes de reestructuración -la compañía eliminará este año 5.000 empleos- y las pérdidas registradas por la joint venture Sony Ericsson -que se dejó 293 millones de euros en el primer trimestre- se cuentan entre los factores causantes de este descenso. Tampoco hay que olvidar la mala situación que atraviesa ST-Ericsson, la joint venture de la sueca y el fabricante de procesadores, STMicroelectronics, que le ha llevado a recortar 1.200 puestos de trabajo.
La compañía sueca ha conseguido, sin embargo, elevar el montante de sus ventas totales un 12 por ciento hasta los 49.570 millones de coronas desde los 44.180 millones de hace un año. El presidente y CEO de Ericsson, Carl-Henric Svanberg, insistió en el efecto limitado de la crisis global en el mercado de redes móviles y aseguró que la firma mantiene una visión relativamente optimista para 2009. No obstante, el ejecutivo añadió que es complejo adelantar la reacción de los operadores ante la continuidad de la crisis.