Microsoft se está uniendo a la ‘fiesta’ de otros proveedores como IBM, Intel o HP, con resultados que parecen desmentir la crisis. El segundo trimestre fiscal, cerrado el 31 de diciembre, ha estado plagado de éxitos para la empresa de Redmond con el anuncio de un beneficio neto de 8.170 millones de dólares, y un dato destacado: ha alcanzado los 0,77 dólares por acción, lo cual representa la mejor marca, un 4% por encima del trimestre anterior.
También los ingresos son reseñables y se han situado 19.950 millones de dólares frente a los 17.311 del mismo periodo de 2009, y que muestran un incremento del 5%. Esta facturación refleja el reconocimiento de ingresos diferidos de 1.710 millones de dólares relacionados con el programa opcional de actualización a Windows 7 y las ventas de Windows 7 anteriores a su disponibilidad general en octubre de 2009.
Entre los factores que han llevado a Microsoft a alcanzar estas cotas se encuentra el crecimiento del 55% en los ingresos de la división de Entretenimiento y Dispositivos, con el sensor Kinect como principal impulsor; los ingresos de Office 2010 y la fuerte demanda de soluciones de
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<strong>Kevin Turner,</strong> director de operaciones de Microsoft, constata al respecto que “estamos experimentando una destacada demanda de nuestras soluciones de productividad, productos de infraestructura y soluciones cloud. Ha sido un gran trimestre para Office, que ha superado todas las expectativas, y nuestra planificación de soluciones de productividad en la nube, con Office 365, hace productos como SharePoint, Exchange, Lync y Dynamics CRM más atractivos aún para nuestros clientes”.
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El directivo afirma además que “Windows 7 continúa siendo el sistema operativo más rápidamente vendido de la historia, y nuestro reciente anuncio de la arquitectura de procesadores System on a Chip demuestra que Windows tendrá la potencia y flexibilidad para ejecutarse desde todas partes y en todos los dispositivos”. <br />