El poliedro de la gestión de los datos

La inteligencia del negocio se ha convertido en una prioridad para los CIO de todo el mundo; y bajo esta composición se ha desarrollado la Tertulia que COMPUTING ha organizado con los principales artífices de este mercado en torno a la gestión inteligente de la información.

Publicado el 02 Jun 2011

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La información es uno de los activos más valiosos de una organización; es el corazón de los negocios más eficaces y modernos. Trasladar en conocimiento los datos procedentes de los distintos departamentos internos, partners, terceros y clientes implica que una empresa puede operar con confianza en el complejo entorno económico de hoy en día. Sin embargo, las compañías chocan con un problema bastante arduo: gestionar de manera inteligente la gran cantidad de datos que reciben, generan y almacenan. Y esa precisamente es la clave para convertir en éxito una toma de decisiones acertada y una planificación estratégica oportuna.
Bajo esta composición se ha desarrollado la Tertulia que COMPUTING ha organizado con los principales artífices de este mercado en torno a la gestión inteligente de la información, siendo uno de los temas más comentados la problemática que actualmente tienen las empresas españolas con la gestión de los llamados ‘Big Data’ y datos desestructurados.
Rompía el hielo Jesús Pintado, responsable de Marketing de Plataforma de Aplicaciones de Microsoft, acentuando que efectivamente las empresas tienen muchos problemas con los datos. “Sufrimos, padecemos y disfrutamos de una superabundancia de información, de datos estructurados y no estructurados, y de múltiples fuentes y tamaños. Pero me gustaría resaltar una situación que se está dando hoy en día en todas las áreas de la organización, y es que con los datos surgen dos fuerzas encontradas: el empuje irresistible de los usuarios que quieren manejar y gestionar los datos, y hacer ellos de algo útil; y por otro lado, el departamento de TI, que quiere tener toda esa información segura y bajo control. Estas dos fuerzas provocan nuevas arquitecturas en las organizaciones, y nuevas formas de gestionar la información, y nosotros, los proveedores, tenemos que ser capaces de equilibrar ambas fuerzas”. Esa falta de visión global corporativa también era denunciada por Ignacio Poch, director de Desarrollo de Negocio de SAS. “Este problema es exactamente el mismo que se daba en el comienzo de los ERP, donde los datos en las compañías estaban desestructurados, había duplicidades y no había una visión corporativa de modelo de datos compartidos. Ahora, en la época del Business Intelligence vuelven a surgir eufemismos y se vuelven a trocear los datos para cada departamento; y una vez más nos encontramos con la información para la ayuda de la toma de decisión absolutamente desestructurada, y donde los departamentos de TI se pasan la vida haciendo copias de seguridad y con datos duplicados. Estamos ahora mismo en la misma encrucijada de antes de que surgieran los grandes ERP. Ahora falta ese modelo holístico e integral para la toma de decisiones”, especificaba.
GRAN CUENTA Y PYME, ¿DISTINTAS NECESIDADES?
En España, el tejido empresarial es la pyme, el segmento que la crisis ha dejado más débil. Al igual que las grandes organizaciones, estas empresas también deben aumentar su eficacia, productividad y rendimiento empresarial. Y por ellas, señalaban los fabricantes presentes en la mesa redonda, han cambiado sus modelos de negocio para llegar a este mercado lanzando versiones adaptadas a sus necesidades, que tienen en cuenta su limitada capacidad, recursos, infraestructuras y cultura.
“La reflexión es que muchas de las grandes empresas de este país han sido pymes antes, y no hay que olvidarlo. Por ejemplo, El Corte Inglés, Inditex…”,afirmaba Françoise Cadillon, country manager de Microstrategy. “Más que el tamaño de la compañía lo que realmente importa es la cultura empresarial. Hay pymes realmente innovadoras y con ganas de incorporar las mejores prácticas a su negocio; y otras, muy paradas que no cogen mucho el tren de la innovación. Eso es lo verdaderamente importante, sin embargo, la práctica del Business Intelligence la encontramos en los dos mundos. Hay empresas grandes que la utilizan muy mal, y otras más pequeñas que la gestionan fenomenal”, añade.
Adolfo Pellicer, director de Business Analytics en SAP Iberia, resaltaba, no obstante, que, “es importante saber dónde está la línea entre lo que es pyme y lo que es gran cuenta, sobre todo por las diferencias con otros países como Estados Unidos, para el que una empresa pequeña es una casi grande en España. Y luego percibir también en qué escalafón de la pirámide se encuentran porque las necesidades son las mismas. Necesitan registrar todas sus transacciones, facturar a sus clientes, conocer cuáles son sus mejores productos, servicios clientes, cómo mejorar, reducir costes… Pero, aunque las necesidades sean parecidas, la cantidad de los datos, en cambio, varía, y los recursos también. Más que un tema cultural es un tema de capacidad de inversión, que en la pyme es mucho más reducida. Aun así, todos los fabricantes nos estamos abriendo a la pyme porque tiene una gran importancia en nuestro tejido empresarial”.
UN NUEVO ESCENARIO
Herramientas para gestionar de manera inteligente la información como los ERP, CRM, ECM, BI… son grandes facilitadoras pero no son una condición necesaria suficiente. Estamos asistiendo a la generación de nuevos modelos de negocio, antes impensables para la tecnología, como ofrecer las TI como servicio, que permite acceder a los datos de forma ubicua. Bajo esta perspectiva, Ángel Viña, presidente de Denodo, recomendaba lo siguiente: “trabajo en Estados Unidos y eso me permite distinguir que en Europa hay un retraso importante en el trabajo que se hace en la gran empresa y mediana para racionalizar la capa de datos, es decir, poner los datos como servicio de forma que las aplicaciones puedan aprovecharlos mejor y facilitar así la toma de decisiones de negocio. Las empresas tienen que alimentarse de datos que están en distintos formatos, y ¿cómo se hace para que esos datos estén disponibles para que las unidades de negocio puedan hacer bien su función? Estamos hablando además del mundo del dato no estructurado, por lo que es preciso trabajar bien y de manera racional la capa de base de los datos y hacer posible su operación posterior, y no sólo alimentar una determinada aplicación”.
Christian Menda, director regional de OpenText Iberia, destacaba, en cambio, la importancia de la gestión de contenidos desde un punto de vista global.“Nosotros nos posicionamos en la ayuda a esos silos de unidades departamentales que trabajan de forma aislada, a que puedan conectarse entre sí, integrándolos de manera intrínseca con el ERP. Damos la posibilidad a los usuarios de gestionar la masa de información,
-de la cual el 90% son datos desestructurados-, una masa que multiplicamos por dos cada nueve meses. Es bastante vertiginoso este crecimiento y hay que saberlo gestionar. Además, están empezando a aparecer una gran variedad de dispositivos móviles en el mercado. Estamos ante la tormenta perfecta, un nuevo escenario donde las tecnologías 3G nos posibilitan el acceso a estos contenidos. Y es por tanto, nuestra labor como proveedores, facilitar a los usuarios el acceso a la información en el momento que la necesitan para la toma de decisiones con independencia de la plataforma y dónde resida”.

Difería en este punto Alfonso Olalla, country manager de Primavera BSS, quien mantenía una postura diferente. “Yo creo que nosotros somos herramientas y un martillo no aprieta tornillos y un destornillador no clava clavos. Por ejemplo, El Corte Inglés no sé qué CRM tendrá pero da una atención al cliente muy buena, a diferencia de los call center de las operadoras, que no paran de recibir quejas. ¿La cultura empresarial tiene claro esto? O las empresas tienen una cultura de servicio clara o la información que gestionen va a ser una pérdida de tiempo tremenda. Y lo mismo pasa con el Business Intelligence. Las empresas están dispuestas a averiguar qué están haciendo mal, extraer los datos que revelan que es lo que están haciendo mal y están dispuestas a corregirlo. Nuestro papel entonces es muy limitado. Tenemos que ofrecer herramientas, pero no vamos a conseguir nada”.
NUEVAS TENDENCIAS
Más allá de las redes sociales están apareciendo un surtido de nuevas tendencias como el social business, Web 2.0, cloud computing, movilidad o la tecnología in-memory que están cambiando el escenario del software de gestión, que debe adaptarse a marchas forzadas a los continuos cambios. Las redes sociales son una fuente más de información, información no estructurada, pero de acuerdo con los asistentes ya hay tecnologías que permiten capturar esos datos, aunque el desafío se encuentra en poder procesarlos y que realmente ayuden a tomar decisiones, es decir, tener un análisis de sensibilidad.
“El análisis de las redes sociales es un punto muy importante, y ya se está hablando de la Web 3.0, que lleva implícito el análisis de la información en redes sociales y navegación semántica”,explicaba Christian Menda de OpenText.“Nos indica cómo podemos obtener la información que necesitamos para la toma de decisiones, cómo analizar la opinión de los clientes…; la navegación semántica es como lo que el navegador sugiere en función de la navegación realizada días atrás”, añadía.
La movilidad es otra de las tendencias, que como apuntaba François Cadillon de Microstrategy, está aquí para quedarse. “Más del 30% de los accesos al Business Intelligence se harán a través de dispositivos móviles según Gartner. Es una realidad pero también una problemática pues se necesita un rendimiento adecuado para este nuevo consumo, sobre todo en lo que respecta a la toma de decisiones. Ahora con los nuevos dispositivos móviles, un ejecutivo puede analizar su negocio desde su plataforma móvil y tomar ya una decisión sin necesidad de volver a su oficina o casa”.
La llegada de todas estas tendencias constituye un gran desafío para los fabricantes, que deben innovar y desarrollar nuevas tecnologías que hagan la vida más fácil a las compañías. El problema es que vienen acompañadas de un ritmo brutal de crecimiento de los datos, con cuya gestión y almacenamiento también hay que lidiar. “Vemos datos cada vez más distribuidos que se tienen que centralizar con la movilidad ya presente”,mencionaba Ángel Viña de Denodo, “pero los datos son cada vez más abundantes y crecen a una velocidad cada vez mayor. Por ejemplo, el crecimiento del volumen de transacciones en el mercado de valores, desde 2003 a 2007, se ha multiplicado por diez y eso ha elevado a su vez, a que el número de mensajes por día haya experimentado un crecimiento brutal. Al margen de las redes sociales o la Web 2.0 hace falta más tecnologías, aplicaciones y herramientas más sofisticadas que ayuden a gestionar el mundo de los datos de manera unificada y profesional”.
“Eso sí, no hay que perder de vista que el hombre está en el centro”,observaba Alfonso Olalla de Primavera BSS.“La empresa que se gestione con la intuición derivada de una buena información, obtendrá una gestión más efectiva. Además, las nuevas empresas que surjan, sin duda, van a ir mucho a la nube porque el nuevo empresario no se va a plantear nada que no sea cloud. Para mí, la siguiente oleada de directivos que viene, esto es la generación de los nativos digitales, es gente que tiene el cerebro conectado de otra manera y tienen otra percepción de la información. Nosotros somos extranjeros en esa tierra”, señalaba.
Ignacio Poch de SAS cerraba la conversación con lo que ha venido a ser la frase resumen de este encuentro y que sitúa la clave del software empresarial en “conocer bien al cliente y retenerlo porque es crítico para una compañía. Y es que la eficiencia empresarial depende muchísimo de conocer los gustos de los clientes como individuos”.

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Redacción

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